La importancia del mantenimiento preventivo.
Puede ser tentador evitar un mantenimiento de rutina cuando tu equipo funciona a máxima capacidad. Sin embargo, esperar hasta que algo salga mal inevitablemente tendrá como resultado reparaciones más costosas y complicadas.
La mejor y única manera de evitar fallas inesperadas del equipo, es mediante la implementación un plan de mantenimiento preventivo en su organización. Con el mantenimiento de rutina, puede evitar que un problema menor se convierta en un problema grave. Esto no solo le permitirá evitar los costos del reemplazo de equipos y del tiempo de inactividad no programado, sino que además mejorará la seguridad de su lugar de trabajo ya que minimiza los riesgos en su instalación.
¿Qué es y por qué es importante?
Si tienes un automóvil, es posible que comprendas la importancia del mantenimiento de rutina. Lo esencial, como cambiar el aceite o revisar la presión de los neumáticos, puede ayudarlo a detectar y corregir problemas pequeños que posiblemente se pueden volver graves. Este mismo principio se puede aplicar a los equipos de tu instalación.
El mantenimiento preventivo, a veces llamado simplemente MP, es un mantenimiento que se realiza de manera rutinaria para reducir la posibilidad de fallas del equipo. Esto se realiza cuando el equipo está en buenas condiciones, antes de que ocurra una falla. El objetivo del mantenimiento preventivo es identificar las señales tempranas de un defecto para minimizar el riesgo de averías no programadas y reducir la necesidad de realizar mantenimiento correctivo.
Las tareas de mantenimiento, como limpiar los equipos, reemplazar los componentes desgastados y lubricar las piezas, garantizan que su instalación tenga el mayor rendimiento.
¿Qué es el mantenimiento correctivo?
El mantenimiento correctivo, denominado a veces mantenimiento reactivo, se refiere al tipo de mantenimiento que se realiza después de la falla de un equipo. Este enfoque se debe usar como el último recurso, ya que con frecuencia va mano a mano con tiempo de inactividad no planificado, pérdida de producción, pago de horas extras, incumplimiento de plazos y clientes insatisfechos.
Como dice el dicho: “más vale prevenir que curar”. Reemplazar las piezas desgastadas oportunamente es la manera más eficaz para proteger su inversión y evitar tiempos de inactividad imprevistos
¿Con qué frecuencia se debe realizar el mantenimiento a los equipos?
Dos variables importantes entran en escena cuando se determina la frecuencia necesaria de mantenimiento: el tiempo y el uso.
El Mantenimiento preventivo en función del tiempo se realiza en intervalos de tiempo establecidos, fuera del horario normal de trabajo. Según el tipo de equipo, esto puede significar inspecciones de mantenimiento programadas semanales, quincenales, mensuales o anuales. Un ejemplo típico de un mantenimiento preventivo en función del tiempo es una inspección de rutina en un equipo estratégico que podría afectar gravemente la producción en caso de una avería.
El Mantenimiento preventivo en función del uso se refiere al mantenimiento que se realiza de acuerdo a la frecuencia de uso del equipo. Este tipo de mantenimiento se centra en las horas activas de su equipo y otras variables, como los ciclos de producción.